POTAJE DE GARBANZOS CON LANGOSTINOS, BACALAO Y ESPINACAS
Para 4 personas.
INGREDIENTES
400 gramos de garbanzos.
Un manojo de espinacas.
Un tomate mediano.
Una cebolla mediana.
125 ml de vino blanco.
Aceite y sal.
16 langostinos
Un trozo de bacalao. ( aproximadamente 150/200 gramos.)
PREPARACIÓN
La noche anterior pondremos a remojo los garbanzos con un poco de bicarbonato, si el agua es alcalina. Colocamos también el trozo de bacalao en agua para desalarlo. Le cambiaremos varias veces el agua. En una olla se cuecen los garbanzos sin sal. Reservamos. En otro recipiente cocemos las espinacas y también se reservan. Pelamos los langostinos y les quitamos las cabezas. Le quitamos la piel al bacalao y guardamos las migas . En un cazo pequeño colocamos las cabezas de los langostinos sus cortezas y la piel del bacalao. Le añadimos un vaso de agua y cocemos unos 10/15 minutos. Pasado este tiempo, retiramos la piel del bacalao y trituramos los langostinos. Filtramos con un cedazo de tela y reservamos este fumet de langostinos y piel. En una cazuela calentamos aceite. Cuando esté caliente, le añadimos la carne de los langostinos y le damos unas vueltas, con uno o dos minutos vale. Reservamos aparte los mismos. En este mismo aceite hacemos un sofrito con la cebolla debidamente troceada. Cuando empiece a dorarse, le añadiremos el tomate rallado. Le damos unas vueltas hasta que el tomate pierda el agua. Incorporamos el vino blanco y dejamos que hierva un poco para que pierda el alcohol. Añadimos los garbanzos cocidos con un poco de su caldo ( poco) las espinacas sin el caldo, pues sería demasiado fuerte. Le echamos también el caldo de la cocción de los langostinos y las migas de bacalao, dejamos cocer un poco para que se incorporen los sabores rectificando de sal si hace falta. Por último le añadimos los langostinos, apagamos el fuego, tapamos y dejamos reposar . Una receta basada en potaje de garbanzos de cuaresma típica en muchas regiones españolas. Bon profit.
Un manojo de espinacas.
Un tomate mediano.
Una cebolla mediana.
125 ml de vino blanco.
Aceite y sal.
16 langostinos
Un trozo de bacalao. ( aproximadamente 150/200 gramos.)
PREPARACIÓN
La noche anterior pondremos a remojo los garbanzos con un poco de bicarbonato, si el agua es alcalina. Colocamos también el trozo de bacalao en agua para desalarlo. Le cambiaremos varias veces el agua. En una olla se cuecen los garbanzos sin sal. Reservamos. En otro recipiente cocemos las espinacas y también se reservan. Pelamos los langostinos y les quitamos las cabezas. Le quitamos la piel al bacalao y guardamos las migas . En un cazo pequeño colocamos las cabezas de los langostinos sus cortezas y la piel del bacalao. Le añadimos un vaso de agua y cocemos unos 10/15 minutos. Pasado este tiempo, retiramos la piel del bacalao y trituramos los langostinos. Filtramos con un cedazo de tela y reservamos este fumet de langostinos y piel. En una cazuela calentamos aceite. Cuando esté caliente, le añadimos la carne de los langostinos y le damos unas vueltas, con uno o dos minutos vale. Reservamos aparte los mismos. En este mismo aceite hacemos un sofrito con la cebolla debidamente troceada. Cuando empiece a dorarse, le añadiremos el tomate rallado. Le damos unas vueltas hasta que el tomate pierda el agua. Incorporamos el vino blanco y dejamos que hierva un poco para que pierda el alcohol. Añadimos los garbanzos cocidos con un poco de su caldo ( poco) las espinacas sin el caldo, pues sería demasiado fuerte. Le echamos también el caldo de la cocción de los langostinos y las migas de bacalao, dejamos cocer un poco para que se incorporen los sabores rectificando de sal si hace falta. Por último le añadimos los langostinos, apagamos el fuego, tapamos y dejamos reposar . Una receta basada en potaje de garbanzos de cuaresma típica en muchas regiones españolas. Bon profit.
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